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lunes, 16 de septiembre de 2013

BUEN ARTICULO DE" DETOROSENLIBERTAD"

Otra vez con la Feria de Otoño y carteles y abonos al fondo. Otra vez Madrid en el foco de las miradas. Otra vez Las Ventas que debería ser ejemplo de casi todo. Y otra vez Taurodelta y la Comunidad como protagonistas.

Taurodelta –para bien- dio oportunidades desde San Isidro a matadores que podían emerger entre las escasas posibilidades que le dejaban las novilladas. Juan del Álamo fue la clave de una tarde de agosto que también aprovecharon López Simón y Alberto Lamelas.

Taurodelta –para bien- ha puesto en la de Otoño a triunfadores claros de San Isidro, lo que es una buena política, pero ha fallado en la corrida del viernes con El Cid y Ritter. La decadencia del Cid, que ha sido uno de mis toreros favoritos, no merece otro puesto en Madrid cuando hay unos cuantos esperando desde el ciclo de mayo-junio para renovar el escalafón. Necesitamos nombres nuevos. Hay que premiar a los que hicieron méritos para ver si los reafirman. Y así  sería una política clara de triunfadores, de repetir a los que se lo merecieron tanto en la feria como después. Del Álamo no podía venir y Escribano, que lo merecía, tampoco podría hacerlo. Lesión larga y percance duro de estos dos nombres del año.

Lo de Ritter no tiene explicación aunque sea la sensación después porque hay 40 por lo menos que están delante. Estuvo bien en San Isidro pero no para una alternativa en plaza y feria tan destacada. ¿Y los jóvenes matadores muy alabados, confirmantes sobre todo o no, en San Isidro, españoles y mexicanos?.

Los carteles de esta de Otoño, que está hecha en general con justicia y que es buena para Madrid, no llevaría más de un cuarto de plaza en muchas plazas. Pero Las Ventas es diferente y ahora, en esta feria, en este tiempo, no hacen falta figuras sino futuro y premiar a los que se la jugaron –que debería ser política constante- para que cojan aire de cara al 2014. Veremos si el abono está de acuerdo.

Hablaba hace días con un experto en marketing sobre la pobrísima entrada de Valladolid –feria con poca gente en general y mal tiempo este año- en la corrida de Adolfo, Ferrera, Castaño y Adame, éste creo en su primera feria de importancia tras Madrid. Vacío completamente el sol -¿es que no hubo ni un abonado en la parte más económica de la plaza?- y me quedé asombrado. Para mí los toros de Adolfo son interesantes, Ferrera es un veterano que lleva una buena temporada, Castaño y su cuadrilla son atractivos y el cantadísimo Joselito Adame (que después dio el cante) formaban un buen cartel. “Sólo para los aficionados que sois pocos. No los conoce nadie” sentenció el experto. ¿Qué dices? repliqué. “Nadie. Por eso no van. No han llegado a la masa que es la que da buena entradas. Sólo irán a los toreros que les suenan”. ¿Que Ferrera con los años que lleva, Castaño con la vuelta histórica de la cuadrilla en San Isidro y con Joselito Adame que para algunos críticos parece que había inventado el toreo en Madrid no hay imán en el cartel?. “No. A los pocos que los conocen no les interesan”.

Y otra vez la Comunidad –para bien- por mantener la fecha española y taurina del 12 de octubre, sin dudar que dijo Abella. La opinión de Taurodelta era la contraria.

Y otra vez mal para los dos –Comunidad y empresa- porque siguen con lo de siempre y no dan días para la mejora de los abonados, lo que  puede ser una sangría porque los ponen entre la espada y la pared. Los que quieren mejorar o empeorar su localidad no pueden. Todavía tiene tiempo Carlos Abella y sus jefes para hacerlo al igual que amplían las fechas de renovación cuando les vienen tsunamis. Sería triste pero puede que siga la huída. Hagan lo posible por pararla porque ya me llamaron amigos a primeros de mes diciendo que no renovarán, que si conozco a alguien que pueda estar interesado. Malo.

Hay algunos que lo único que quieren es  poner juntos  los abonos separados que ya están a su nombre,  conozco algún caso que sólo se trata de un intercambio de titular de la tarjeta y otros que económicamente quieren tener localidades más baratas. Y así sucesivamente. Ni la Comunidad ni Taurodelta salen perjudicados sino beneficiados y no digamos los clientes.

No hacerlo  es descuidar a los fieles. Les voy a contar dos casos de abonados del Real Madrid. Un amigo esta temporada quería traspasar dos muy buenos y no consiguió su propósito : el club se ha quedado con ellos durante dos años. Podrá recuperarlos en la próxima y sólo los perderá si terminada la segunda no los reclama. Igualito que en Las Ventas. Otro amigo tenía un abono separado de su hermano. Van a pedir si los pueden poner juntos. Y les dicen en el club : ya lo hemos hecho al ver los apellidos.

Igualito que en la plaza de toros de Madrid. Diferencia abismal. Política de atender a los clientes o lo contrario. ¿Es que no hay nadie con sentido común en tiempos tan difíciles como estos? ¿No deberían ser ejemplo para todas las plazas de España?

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