Madrid (España) Jesús Fernández
realizó lo más destacado de la novillada concurso que ha puesto fin al
ciclo de Encastes Minoritarios celebrado este mes de septiembre en la
plaza de Las Ventas. La actitud y el esfuerzo derrochados por el catalán con el complicado y correoso 'Vega Villar' de Sánchez Cobaleda
fue lo más auténtico de un espectáculo que no respondió a lo que se
esperaba, principalmente por poco juego de los astados lidiados. Pajares enseñó su oficio de novillero veterano pese a sus estrechez de contratos mientras que a Alberto Escobar tampoco pudo brillar ni con el apagado Saltillo de Moreno Silva ni con el Coquilla de La Interrogación, que realizó la mejor pelea en varas, un tercio en el que ninguno de los utreros sacó nota precisamente.
Abrió mucho la cara el 'graciliano' de Juan Luis Fraile
que abrió plaza, astifino desde la mazorca y largo de viga, que entró
tres veces al caballo siendo la última la que más se empleó. Apretó
para dentro en banderillas y luego en la muleta tuvo un viaje más largo
por el pitón derecho pero sin ritmo, molesto, y con tendencia a
protestar en los embroques. Anduvo digno Pajares, en una actuación solvente, de novillero curtido, pero sin posibilidad de lucimiento.
El cuarto de Manuel Quintas recordó por la pinta a los toros de Martínez que pintó el semental 'Español' en los vecinos campos de Colmenar. El berrendo acometió con cierto son de salida pero sin humillar, empujó en el piquero que hacia puerta para llegar al último tercio con más nobleza que empuje y apagarse pronto. Pajares tampoco tuvo opción.
Amplio y agresivo por delante, fino y fibroso, de espectacular pinta, el 'vegavillar' de Cobaleda fue ovacionado de salida. Lo dejó muy largo en varas Jesús Fernández pero en el segundo encuentro el toro salió de estampida. Empezó a desarrollar en banderillas y al último tercio llegó avisado, correoso y complejo, defendiéndose y reponiendo. Hizo un esfuerzo el torero catalán, que expuso por los dos pitones, incluso hasta recibir una voltereta muy sería en las postrimerías. Metió la mano con habilidad pero se atascó con el descabello.
Hondo y cuajado el quinto, un 'parladé' de Sánchez Rico de Terrones que se aculó en tablas al concluir el tercio de varas - movió bien el caballo y echó bien el palo Antonio García - para luego acometer tardo y con desgana a la muleta de Jesús Fernández, de nuevo muy convencido y asentado pese a no contar con material propicio que diera importancia a su disposición.
Muy entipado el cárdeno de Moreno Silva no se empleó en el peto y se dejó sin más en la muleta, sobre todo en los primeros compases de la faena, porque luego salió sin raza y con la cara alta del embroque. Alberto Escobar trató de dejarle la muleta puesta y tirar de él, pero el aire le impidió acomodarse antes de que el ejemplar se consumiera.
El sexto, con el hierro de La Interrogación, provenía de los antiguos 'coquillas' de El Raboso. Voluminoso y de generosa romana, el utrero fue de los seis el que más se empleó - y desgastó - en el peto, y a la muleta del madrileño Escobar llegó con nobleza pero sensiblemente aplomado, sin duda acusando los cuatro puyazos recibidos.
El cuarto de Manuel Quintas recordó por la pinta a los toros de Martínez que pintó el semental 'Español' en los vecinos campos de Colmenar. El berrendo acometió con cierto son de salida pero sin humillar, empujó en el piquero que hacia puerta para llegar al último tercio con más nobleza que empuje y apagarse pronto. Pajares tampoco tuvo opción.
Amplio y agresivo por delante, fino y fibroso, de espectacular pinta, el 'vegavillar' de Cobaleda fue ovacionado de salida. Lo dejó muy largo en varas Jesús Fernández pero en el segundo encuentro el toro salió de estampida. Empezó a desarrollar en banderillas y al último tercio llegó avisado, correoso y complejo, defendiéndose y reponiendo. Hizo un esfuerzo el torero catalán, que expuso por los dos pitones, incluso hasta recibir una voltereta muy sería en las postrimerías. Metió la mano con habilidad pero se atascó con el descabello.
Hondo y cuajado el quinto, un 'parladé' de Sánchez Rico de Terrones que se aculó en tablas al concluir el tercio de varas - movió bien el caballo y echó bien el palo Antonio García - para luego acometer tardo y con desgana a la muleta de Jesús Fernández, de nuevo muy convencido y asentado pese a no contar con material propicio que diera importancia a su disposición.
Muy entipado el cárdeno de Moreno Silva no se empleó en el peto y se dejó sin más en la muleta, sobre todo en los primeros compases de la faena, porque luego salió sin raza y con la cara alta del embroque. Alberto Escobar trató de dejarle la muleta puesta y tirar de él, pero el aire le impidió acomodarse antes de que el ejemplar se consumiera.
El sexto, con el hierro de La Interrogación, provenía de los antiguos 'coquillas' de El Raboso. Voluminoso y de generosa romana, el utrero fue de los seis el que más se empleó - y desgastó - en el peto, y a la muleta del madrileño Escobar llegó con nobleza pero sensiblemente aplomado, sin duda acusando los cuatro puyazos recibidos.
Plaza de toros de Las Ventas. Último festejo del Ciclo de Encastes Minoritarios. Concurso de Ganaderías. Un cuarto de entrada. Novillos por este orden de Juan Luis Fraile (sin clase), Sánchez Cobaleda (complicado), Joaquín Moreno Silva (a menos), Manuel Quintas (apagado), Paloma Sánchez - Rico de Terrones (rajado) y La Interrogación (bravo en varas, aplomado en la muleta). Francisco Ramón Pajares, palmas tras aviso y silencio tras aviso; Jesús Fernández, silencio tras aviso y silencio; Alberto Escobar, silencio en ambos |
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