ALBACETE

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Albacete (España) Muy largo, alto y de una descomunal cuna el que cierra plaza, al que Sergio Serrano le ha enjaretado unas verónicas que siempre ha tomado rebrincado y con las manos por delante, después de una larga cambiada. Dos puyazos no han sido suficientes para quitarle el mucho poder y más violencia de las escasas embestidas. El brindis al público ha mostrado los deseos del matador, que ha expuesto mucho para no poder conseguir nada. Estocada de efectos rápidos.

Largo, estrecho, con poco remate y bien armado fue el segundo del lote de Rubén Pinar. Nunca se entregó en la muleta. Por el derecho, con la cara alta y derrotando. Por el izquierdo, buscando el pecho y sin pasar. Pinar mató de media.

Estrecho y muy escurrido, de cuerna acucharada y descarada, el segundo se puso difícil en banderillas y mucho más en la muleta de Rubén Pinar, que sustituye a Manuel Escribano. Tarascadas, regates y continuos cabezazos. A base de tesón y mucho riesgo, Pinar consiguió algunos muletazos, pero al tercer viaje el toro se venía al pecho, hasta que llegó la cogida, que no le impidió continuar la lidia. Pinchazo y estocada para una vuelta al ruedo maltrecho.

Bien presentado y muy armado el cuarto, galopó en banderillas para lucimiento de Adalid y Sánchez. Llegó con buen son a la muleta, para ir parándose al terminar la inercia. Tras las primeras tandas, se quedó aplomado y con un molesto calamocheo. Castaño quiso sacar algo con la zurda a favor de querencia, pero el pozo estaba seco. Buena estocada. Ovación.

De buena presentación, bien armado y algo estrecho, el primero tomó dos puyazos de los que salió suelto. En banderillas se lucieron y saludaron David Adalid y Fernando Sánchez. Nunca humilló en la muleta, con embestidas probonas y metiéndose por dentro, lo que unido a un aire molesto dificultó la labor de Castaño, que le dio una estocada después de tres pinchazos en la puerta de chiqueros, querencia que siempre buscó el de Samuel Flores.

Negro chorreado en morcillo, bien presentado el cinqueño, que salió muy parado, se quedó suave y templado después del puyazo. Sin terminar de humillar, abriéndose y sin codicia, pero repitiendo con fijeza hasta tres viajes. Sergio Serrano lo mimó sin exigirle, consintiéndole las querencias y lo mató de una estocada. Para lo poco que torea, ha estado muy puesto. Oreja.

Plaza de toros de Albacete. Cuarta de Feria. Media plaza. Toros de Samuel Flores. Javier Castaño, silencio y ovación; Rubén Pinar, vuelta al ruedo y silencio; y Sergio Serrano, oreja y silencio.