GRANDISIMO URDIALES

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La corrida de Victorino Martín resultó interesante, con algunos toros con más opciones que otros, pero en general, todos tuvieron su importancia. El triunfador de la tarde fue Diego Urdiales, que se presentaba en esta plaza y acabó saliendo a hombros tras cortar una oreja de cada toro
Abrió plaza un toro exigente y nada fácil de Victorino Martín, gazapón y de corto recorrido, pero que se mostró muy agradecido a la firmeza y el buen hacer de Diego Urdiales, que poco a poco fue construyendo una obra meritoria, donde los mejores momentos llegaron al natural, por donde toreó muy despacio, encajado y embraguetado, acoplándose muy bien al toro. Pinchó al primer encuentro pero se tiró muy recto después; el toro lo esperó y le cogió de muy fea manera, afortunadamente sin consecuencias.
Diego Urdiales volvió a pasear una oreja de mucho peso frente a su segundo. Se alargó en demasía el tercio de varas, con un toro muy agarrado al piso tardeando al caballo. También tardeó en la muleta aunque Diego Urdiales, a base de querer, de ponerse en el sitio y torear con verdad, extrajo todo lo que tenía el animal, siempre muy por encima. Final muy encimista, cruzándose al pitón contrario. Faena inteligente, de mucha firmeza y sinceridad. Mató de una gran estocada.
Muy bien se estiró a la verónica Alberto Aguilar con el tercer victorino de la tarde, un toro que se empleó muy bien en dos varas, la segunda de ellas arrancándose desde lejos. El buen quite de Alberto tuvo la réplica por delantales de Urdiales. La faena de muleta fue redonda e interesante, bien construida y de bella plasticidad. No fue fácil el victorino, que tuvo su casta, pero Alberto supo acoplarse muy bien y aprovechar sus virtudes para torear muy encajado, con poder y naturalidad, demostrando ese punto de madurez en el que se encuentra. La pena fueron los dos pinchazos previos a la estocada, que le hicieron perder los posibles trofeos.
El sexto fue el toro más deslucido del conjunto. Agarrado al piso, sin entrega ni recorrido, vendiendo caras sus embestidas. Alberto Aguilar estuvo por encima del toro, siempre bien colocado y queriendo hacer las cosas con pureza. Mucho esfuerzo sin recompensa de Aguilar, que no se dejó nada en el tintero.
Bien estuvo Manuel Escribano con el quinto de la tarde, un buen toro de Victorino que se vino arriba en la muleta, donde embistió con transmisión y largura, humillando. Tuvo casta de bravo. El sevillano puso hasta cuatro pares de banderillas, el último citando sentado desde el estribo y quebrando en el tercio. Brindó a la alcaldesa de Mont de Marsan. La faena de Escribano tuvo profundidad y ligazón, templando muy bien y llevando el viaje largo. Se acoplaron los dos protagonistas y tras una buena estocada, fue premiado con la oreja.
Su primero humilló y tuvo temple, aunque el mayor problema fue su falta de transmisión y su corto recorrido, nunca rompió adelante, condiciones que impidieron que la faena de Escribano tomara vuelo. Bien el torero Sevillano, que estuvo con recursos. Mató de pinchazo hondo trasero que requirió del uso del descabello. Cumplió en banderillas en un tercio limpio y de gran pureza.
Mont de Marsan. Sábado 18 de julio de 2014. Toros de Victorino Martín, bien presentados y de juego interesante; destacaron sobre todo 3º y 5º, ovacionados en el arrastre. Diego Urdiales: Oreja en ambos; Manuel Escribano: Silencio y oreja tras aviso; Alberto Aguilar: Vuelta al ruedo y palmas. Entrada: Lleno de "No hay billetes". Se desmonteró Raúl Ruiz en el sexto.
FUENTE APLAUSOS