Pablo Hermoso de Mendoza fue el único torero que tocó pelo en el
quinto festejo de la Feria de Julio en Valencia. El pobre juego de los
toros de Victoriano del Río condicionó un espectáculo en el que los dos
diestros de a pie, El Juli y Miguel Ángel Perera, marcharon de vacío.Pablo Hermoso cortó la oreja del toro de Bohórquez que abrió plaza. El navarro clavó con Napoleón dos rejones de castigo, dejándose llegar los pitones del animal, al que clavó cuatro banderillas sobre Disparate provocando mucho la embestida con la suerte de la hermosina. Tuvo que hacerlo todo Hermoso frente a un astado justo de raza y empuje. Dejó dos cortas con Pirata previas al adorno del teléfono y mató de pinchazo y rejonazo sin puntilla. El toro, en su agonía, persiguió al jinete -que había echado pie a tierra- saliendo en su auxilio Pirata, que mordió al toro para defender a su amo en un epílogo inaudito.
Hermoso malogró con el rejón de muerte su faena al cuarto. Descordó el de Estella al de Bohórquez, al que clavó con Churumay un único rejón de castigo. Luego, dejó tres palos con Duende y otros dos con Habanero, cuyas piruetas llegaron con fuerza al público. Concluyó sobre Pirata clavando cuatro cortas, dos de ellas en un par a dos manos.
El Juli saludó una ovación a la muerte del segundo. Toreó animoso el madrileño de capote, luciendo especialmente en una cordobina y una media en el quite. Entró en su turno Perera, que realizó otro quite vistoso compuesto por una chicuelina tras la que se tiró el capote a la espalda para dar una gaonera y rematar con revolera. Brindó Julián al público una labor en la que tapó bien la cara del toro, que sólo vio muleta, tomándola con movilidad pero sin verdadera convicción. Faena a base de insistir y de querer mal rematada de estocada trasera y desprendida -colocación desde hace tiempo habitual en los volapiés de El Juli- y un golpe de verduguillo.
El Juli emborronó con los aceros el esfuerzo realizado ante el quinto, un manso ejemplar de Victoriano con el que realizó una exhibición de ambición, garra y hambre de triunfo. Se llevó de primeras al castaño a los medios para tratar de limarle la querencia a tablas mostrada en los primeros tercios. Allí, con la muleta en la zocata y las ideas muy claras, ligó los muletazos con decisión, sujetando bien al toro, que por ese pitón llegó incluso a embestir por abajo, humillado y con chispa. Pero en cuanto Julián le pudo se rajó con descaro y buscó sin disimulo las tablas. Pinchó antes de agarrar una estocada de nuevo muy defectuosa y marrar con el descabello.
El tercero fue un toro deslucido, reservón y sin clase, que no quiso embestir salvo cuando tuvo a tiro al torero. Lo intentó Perera con él pero, percatado de la desabrida condición de su oponente, agazapado siempre detrás de la mata, optó por cortar la faena. Mató de dos pinchazos y una gran estocada, siendo silenciado.
Faltó emoción en la faena de Perera al sexto, animal que blandeó en los primeros tercios y sacó otro son, más templado que sus hermanos. Potenció esa condición el extremeño con el temple de su muleta, plasmando algunos naturales con su personal sello de hondura y pureza. Sin embargo, el conjunto no llegó al público por la sosería del burel, por lo que el torero fue silenciado tras matar de estocada entera.
Valencia, viernes 25 de julio de 2014. Quinta de feria. Dos toros, para rejones, de Fermín Bohórquez; y cuatro, para lidia a pie, de Victoriano del Río. De poco juego en conjunto. El rejoneador Pablo Hermoso de Mendoza, oreja y ovación con saludos tras leve petición; Julián López "El Juli", ovación con saludos en ambos; y Miguel Ángel Perera, silencio en su lote. Entrada: Dos tercios. Al finalizar el paseíllo, la Peña Pablo Hermoso de Mendoza hizo entrega al rejoneador navarro de una placa conmemorativa de sus 25 años de alternativa.
FUENTE APLAUSOS
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