El primero de Adolfo Martín resultó parado y agarrado al piso. Gran disposición de Diego Urdiales, que se puso por los dos pitones, muy por encima del animal, para acabar marrando con los aceros. De buena condición pero poca fortaleza el cuarto, permitió al riojano dibujar varios naturales de muy buena factura. Bien Urdiales con la zocata, muy encajado y corriendo la mano, pero perdiendo el premio con los aceros.
Tampoco tuvo demasiada opción Fernando Robleño con el segundo, molestado por el viento, frente a un ejemplar reservón y sin recorrido. Se justificó con tesón el madrileño sin poder brillar para acabar pasaportándolo de media estocada desprendida. La mejor versión de Fernando Robleño emergió con el cuarto, bravo y noble. Un buen toro el de Adolfo, al que toreó con largura, temple y profundidad sobre el lado derecho. Mató de estoconazo arriba y fue premiado con una oreja rotunda.
El francés Camille Juan fue ovacionado tras pasaportar al tercero, reponedor y que desarrolló cierto peligro. Valiente y entregado el torero galo, que no anduvo fino con la espada. El sexto se partió un pitón de salida al rematar en un burladero. El sobrero, del mismo hierro, fue otro gran toro. Bravo y encastado, puso en apuros al poco toreado Camille Juan, que pese a todo no arrojó las tres cartas y dio la cara con voluntad.
Ceret (Francia), sábado 12 de julio de 2014. 1ª de Feria. Toros de Adolfo Martín. Bien presentados y de juego desigual. Destacaron 5º y 6º por su bravura y el buen 4º. Nobles pero sin fondo los tres primeros. Diego Urdiales: Silencio tras aviso en su lote; Fernando Robleño: Silencio y oreja; Camille Juan: Ovación tras aviso y silencio tras aviso. Entrada: Casi lleno. Las cuadrillas de Robleño y Urdiales fueron retenidas por un grupo de antitaurinos y el comienzo del festejo se demoró diez minutos.
FUENTE APLAUSOS
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