Sin dilación saludó Gallo al que abrió plaza, encajado a la verónica yquitó por delantales y tafalleras variado y lucido con el percal. Se desmonteró Domingo Siro después de que el toro le apretase en las tablas. Ya antes de brindar al respetable, Gallo le enjaretó una tanda de derechazos y el de Montalvo humilló pidiéndolo todo por abajo. Los naturales también salieron bien trazados, largos y hondos y el conjunto de la faena resultó estéticamente muy bello merced a la calidad del toro y a la conjunción con el buen hacer del torero. Rotundo. Lo mató de estocada entera. Oreja y vuelta al ruedo al toro. Volvió a lucir de capa Gallo frente al cuarto toreando despacio al Montalvo que tras el puyazo clavó los pitones en la arena volteándose. Recetó suavidad a las embestidas broncas en la faena y funcionó la receta con un toro con menos fondo y duración que los tres primeros. Encarriló el viaje del animal sin dejar que el trasteo perdiese interés y en corto derrochó valor y cualidades en la cara del toro emocionante. Estocada entera.
Sustituía David Mora a Juan del Álamo en La Glorieta y se enfrentó en primer lugar a un Montalvo colorao al que recibió toreando a la verónica con el compás abierto y la mano baja ganándole terreno hasta rematar con una media. Se dobló con el para iniciar la faena en una serie muy torera rematada por abajo con un cambio de mano. El toro se movía con un punto de genio que Mora atemperó por el pitón derecho a base de mando y colocación. Al natural las series resultaron algo más despegadas porque el toro tuvo temperamento y velocidad punteando los engaños. Meritoria actuación del torero que tapó querencias con aplomo y fe. Estocada entera. Oreja. Muy ajustados los lances de Mora al sexto que se pasó muy cerca los pitones del Montalvo que cerró plaza. Brindó a El Niño de la Capea y alternó los muletazos por alto con los trincherazos en el inicio. Fue el sexto otro Montalvo con recorrido y fijeza exprimido por el pitón derecho por David Mora que ligó las tandas sobre los talones brillando en los pases de pecho. Toreó suave al natural en un trasteo con fundamento en el que disfrutó y se le vio disfrutar. Tras dos pinchazos y un aviso entró a matar sin muleta resultando prendido aparentemente sin consecuencias. Oreja y palmas al toro.
El primero de El Capea se lo pensó más al tomar los engaños, se frenó en el capote y escarbó en los primeros tercios. Sobre las piernas inició El Capea la faena que transcurrió entre intentos de sujetarlo en la muleta porque al segundo, rajado, buscaba las tablas. Firme, el torero no se arredró nunca buscando solucionar los contratiempos de una embestida descompuesta que no se lo puso fácil. Estocada entera y saludó una ovación. Puso toda la carne en el asador El Capea con la larga cambiada y el vibrante saludo de capa al quinto al que tras el puyazo hizo un quite por chicuelinas. Inició a pies juntos en el tercio para después conducirlo a su altura en tandas cortas con la mano derecha sin obligarlo demasiado. Por el pitón izquierdo el viaje fue más corto y volvió a la diestra en pos de un lucimiento que no pudo llegar. Se midió salmantino al peor lote de la tarde. Pinchazo y estocada. Pitos al toro y ovación con saludos para el torero.
Plaza de Toros de La Glorieta (Salamanca). Tercera de abono, media entrada. Toros de Montalvo, manejables en conjunto, 1º, premiado con la vuelta al ruedo. Eduardo Gallo, oreja; El Capea, ovación y David Mora, oreja y oreja. |
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