ALBACETE

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Albacete (España). La tarde era de ambientazo y todo se fue por los suelos a expensas de una corrida sin hechuras de Victoriano del Río, que enseñó una movilidad engañosa para quien la quiso ver mejor de lo que fue. Sin bravura, ni entrega y alguno con guasa descastada y a menos. Castella hizo una faena de esfuerzo y bravura, la que le faltó a la corrida, con el quinto y cortó la única oreja. Morante dejó algunas cosas sueltas, muy buenas, frente al primero y el segundo se le vino en dos ocasiones con mucho peligro. Talavante no pudo hacer nada con un lote imposible.

El segundo, justo de trapío, embestió sin entrega con la cara a media altura y sin querer seguir las telas de verdad. Cumplió en un puyazo y se movió por ambos pitones, pero todo sin clase, sin finales, sin casta. Sebastián Castella estuvo voluntarioso en una faena larga y de escaso relieve. Casi entera y tres golpes de verduguillo. Aviso con ovación. El quinto tuvo gran alzada y romana. Muy bien picado, Javier Ambel se lució en banderillas. Castella brindó al público una faena iniciada con pases cambiados en la boca de riego. Al toro le costó entregarse, descolgar, pero Castella fue a más, especialmente en algunos naturales de gran hondura y largo trazo, lo que hizo rugir a los más de 10.000 espectadores. Con una estocada caída y un golpe de descabello, una oreja después de dos avisos.

El primero fue un toro terciado y justito de casa, que llegó al capote muy agarrado al piso. Morante logró con él cinco buenas verónicas. Se le pegó en el caballo. Morante, que había sido ovacionado al término del paseíllo, firmó una faena larga, en la que no hubo ligazón pero sí algunos detalles de mucha calidad y distinción. Trincherillas, cambios de manos, algún redondo. Sonó un aviso antes de entrar a matar y otro entre medias de un pinchazo, estocada y dos descabellos. Ovación. El cuajado y serio cuarto no le permitió nada a Morante con el capote. Apretó en tablas en el primer muletazo y se le vino dos veces a Morante en el inicio de faena. El torero sevillano abrevió y fue abroncado.

El tercero fue otro toro sin remate, que desarrolló genio en la muleta de Alejandro Talavante. El extremeño, al ver que el toro no colaboraba lo más mínimo, no se anduvo con probaturas y se fue a por la espada. No acertó a la primera. El sexto ha sido un manso de los que no se recuerdan. Habría que remontarse al siglo XIX para imaginarse un comportamiento semejante. A base de topetazos consiguieron medio picarlo, pero Talavante no pudo darle nunca el segundo muletazo, puesto que los 600 kilos de mansedumbre huían despavoridos. Con tres pinchazos y media de cualquier manera se quitó de encima la prenda. Pitos. Tarde de expectación...

Séptima de La Feria de La Virgen de Los Llanos. Lleno de No hay billetes. Toros de Victoriano del Río. Los tres primeros muy justos de trapío y grandones los otros tres. De poco juego, sin clase y manejables. Ha destacado el más encastado quinto y el sexto un manso huído. Morante de la Puebla, ovación y pitos; Sebastián Castella, ovación y oreja tras dos avisos y Alejandro Talavante, pitos y pitos. Se desmonteró Javier Ambel, tras parear al segundo.