Sevilla (España). El matador Juan José Padilla
ha colaborado activamente en el envío de medicamentos, alimentos y ropa
a un poblado al sur de Senegal. Padilla ha mostrado su solidaridad a
través de la O.N.G Yaakar África, que realiza misiones
humanitarias fomentando la creación de cooperativas de mujeres
senegalesas en los poblados más deprimidos y pobres del país,
construyendo huertas y granjas solidarias con las que paliar la
desnutrición. El veterinario Antonio Moreno que ejerce en la plaza de toros de Málaga y responsable de la O.N.G, explicó al diestro Juan José Padilla el proyecto humanitario.
Moreno explica a Mundotoro que 'Informé a Juan
José de la existencia de un poblado totalmente necesitado en el que
viven Falú y Ndiye, dos niños albinos de 6 y 8 años de edad, donde,
si ya la vida es dura y difícil para los pequeños que no presentan
ninguna alteración en su piel, para estas dos criaturas lo es aún más
por el cáncer de piel, déficit en la visión y problemas auditivos, así
como la desnutrición, la malaria, el rechazo social. Todo ello hace que
sus exceptivas de vida no pasen de los diecinueve años'.
El propio Juan José Padilla ha explicado a esta redacción que
'Es una de las zonas más pobre del Senegal, donde la mortalidad
infantil por desnutrición y enfermedades infecciosas alcanzan cifras
inimaginables en estos tiempos que corren. El proyecto consiste en el
saneamiento integral de la cabaña ganadera de la zona de Bandafassi y la
instalación de una granja para producción de pollos de carne y gallinas
ponedoras. Tenemos que ser conscientes de las vicisitudes y penurias de
estos niños y he colaborado enviando ropa, gafas de sol, cremas
protectoras, medicamentos y alimentos. También mi buen amigo el
futbolista Joaquín Sánchez, -ex del Betis- colaboró con material deportivo para los niños'.
Para el equipo de cooperantes compuesto por los españoles Ascensión Caballero, María Caballero, Ángel Monreal y Antonio Moreno, lo más difícil fue 'Explicar
a todo el poblado cual era la profesión de torero, a la que se dedica
su benefactor. Les expliqué que se trata de un artista que con su capa
traza sobre la arena dibujos inimaginables al son de la música, mientras
un toro salvaje enviste con furia, buscando su presa. Todo el poblado
estaba absolutamente atónito ante tal explicación. Asimismo, les llamó
la atención el traje del torero que lucía Padilla y todos coincidieron
en identificarlo como una armadura protectora para el guerrero'.
'También se asombraron, -prosigue Moreno-, y
admiraron cuando les explicamos que el parche del ojo, se debía a que lo
había perdido en una de sus luchas a vida o muerte contra el feroz
animal. Ni que decir tiene que todo el poblado senegalés quedó
impresionado por un artista valiente, generoso y audaz que, con un solo
ojo, es capaz de enfrentarse a los peligros de dibujar en la arena las
más bellas escenas al tiempo que arriesga su vida. Juan José Padilla se
ha ganado el corazón y respeto del poblado más profundo de Senegal con
su generosidad, que ha hecho que trascienda su figura, su arte y su
profesión incluso a otro continente, donde no se conoce que es un
torero'.
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