El Juli sorteó en quinto lugar a un toro de Núñez del Cuvillo con genio. Lo cuidó mucho en los primeros compases de la lidia y apostó por él. Brindó al público una faena de mucho mando y firmeza, en la que encauzó con mano baja las embestidas del toro. Tras una buena estocada, cortó las dos orejas. Se las había visto en primer lugar con un toro deslucido con el que apenas pudo dejar una serie sobre la izquierda. El tercero fue un manso imposible.
Alejandro Talavante no quiso quedarse atrás y salió decidido a aprovechar la movilidad del sexto. Fue una de las pocas virtudes del toro, que por lo demás se movió sin clase y sin entrega. El extremeño lo toreó con ritmo y frescura en una faena larga y cortó las dos orejas a pesar de que la estocada no fue perfecta. Previamente, lo había intentado con un toro deslucido y a la defensiva, el segundo y con el cuarto, que le dejó firmar un gran inicio por estatuarios pero que después se vino abajo.
Plaza de toros de Sanlúcar de Barrameda. Tres cuartos de entrada. Toros de Núñez del Cuvillo. El Juli, silencio, silencio y dos orejas y Alejandro Talavante, silencio, silencio y dos orejas. |
No hay comentarios:
Publicar un comentario