El Juli fue el triunfado de la tarde tras cuajar una gran faena al cuarto de la tarde y cortarle las dos orejas. Fue un gran toro de Victoriano del Río, magníficamente presentado. También magnífico fue el recibo capotero de El Juli de manos bajas rematado a una mano en el centro del platillo. Quitó por orticinas Castella con la réplica de El Juli por zapopinas. El toro tuvo transmisión y nobleza y el madrileño supo sacar partido de esas virtudes. Arracó con tres emocionantes pases por alto que enardeció al público. Estuvo inmenso al natural en series con largura, temple y profundidad. Cortó las dos orejas con fuerza y el toro fue ovacionado. El primero de la tarde fue un toro cinqueño, astifino, bien armado, aunque con poca fuerza. El Juli aprovechó la mayor virtud del astado, la movilidad, para realizar una faena técnicamente perfecta por los dos pitones. Seguridad, firmeza y facilidad. Sin embargo, no caló en los tendidos hasta el epílogo cuando acortó las distancias. El público jaleó el toreo en redondo y las manoletinas finales. La estocada trasera necesitó de cuatro descabellos y todo quedó en silencio tras aviso.Castella cortó una oreja en el quinto, de Toros de Cortés, alto, armado, con cuajo. Castella comenzó con tres pases cambiados por la espalada que pusieron alerta al público. Siguió toreando por derechazos pero a la segunda serie el toro se vino abajo y con él la faena. El francés tiró de pundonor y apostó por las cercanías haciendo que la labor tomara vuelo de nuevo. Cómodo entre los pitones, pasaportó a su animal y paseó una oreja. Trató en su primero de la tarde corregir los defectos de un toro que tenía movilidad pero que embestía sin clase y un puntito de genio. El francés lo intentó por los dos pitones y al final de faena pudo dar buenos muletazos pero de uno en uno. Acabó en cercanías.
No tuvo fortuna con su lote Román. El tercero, de Toros de Cortés, fue un animal que se movió pero sin celo ni entrega. Román estuvo bien técnicamente por los dos pitones pero la faena no alcanzó cotas mayores. Destacó el quite a cuerpo limpio que hizo el matador a uno de sus banderilleros cuando en el tercio de banderillas el toro hizo hilo. Escuchó un aviso antes de ser silenciado. El último, cinqueño, no tuvo codicia. Román lo probó por todas partes, y consiguió algún derechazo de mérito. Al toro le faltaba transimisión y fue imposible. El final por luquecinas y bernadinas no pudo remontar la faena.
Dax (Francia). Sábado, 13 de septiembre de 2014. Segundo festejo de la Feria Toros y Salsa. Toros de Victoriano del Río, bien presentados, con movilidad. El mejor, el cuarto, bravo y con emoción. El Juli: Silencio tras aviso y dos orejas; Sebastián Castella: Silencio y oreja; Román: Silencio y silencio. Entrada: Lleno.
Fotos: ROLAND COSTEDOAT,FUENTE APLAUSOS
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