Miguel Ángel Perera regresa esta tarde a Las Ventas, el escenario donde cortó tres orejas en una tarde memorable. Lo hace envuelto de una expectación máxima en una gesta de figura que quiso asumir desde un principio, anunciarse con la corrida de Adolfo Martín. "Queríamos que este San Isidro fuese diferente a lo que viene siendo habitual en mi contratación estos últimos años. También quería celebrar de algún modo mi décimo aniversario de alternativa. Si desde un primer momento tenía la ilusión de torear una corrida de Adolfo, que es una ganadería en la que creo y confío, ahora mucho más porque esa primera tarde me ha dado mucha más moral y me ha refrendado la confianza en mí mismo", asegura Miguel Ángel Perera en una profunda entrevista que publica la edición impresa de APLAUSOS esta semana.
La despaciosidad con la que embiste este tipo de toro y el temple que requiere, son características que juegan a favor del extremeño por su modo de interpretar el toreo. "Una de mis virtudes de todos estos años es que soy un torero que no suelo tocar bruscamente al toro, sino que me identifico mucho más en la manera de embeber en los vuelos de la muleta la embestida. Si un toro de Adolfo sale con las opciones que creo que puede tener, será una nueva tarde importante para mí", asegura el torero.
FUENTE APLAUSOS
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