Agradecer a Francisco Javier Roldán por este gran testimonio presenciado por el en directo ese mismo día en la Plaza de Toros de Las Ventas .El cual reproducimos a continuación mil gracias.
La tarde del 28 de Mayo de 1.979 me encontraba en los tendidos de la
plaza de las Ventas. Efectivamente la corrida se suspendió tras la
muerte del tercer astado. Hasta entonces se lidiaron dos toros del
ganadero de Galapagar (ambos sendas alimañas) y uno mas áspero y
correoso de El Torero.
Algunos "entendidos" del 7 vieron en el primer
Victorino a un cornúpeta que humillaba y hacia el avión, cuando la
realidad fue otra bien distinta. Tras intentarlo Paco Alcalde por ambos
pitones y al ser imposible permacer mas tiempo delante del burel por el
sentido que iba desarrollando, el maestro manchego cogió la espada
momento en el que los ya referidos del 7 se metieron feamente con el
torero. Paco tiro del toro hasta llevárselo bajo el tendido 7, se
descaro con el publico que no paraba de pitarle y les dijo: "queréis
carne, pues la vais a tener"....... cito con la diestra ....... y
recibió una primera cornada en el muslo derecho, volvió el animal a
prenderle en el suelo y le propino una segunda cornada en el otro muslo.
De este modo acabaron las protestas.
En el segundo Victorino, iden
de lo mismo, una alimaña que sabia lo que se dejaba atrás y buscaba
permanentemente los tobillos de Ortega Cano, otro regalito. Cuadro el
maestro de Cartagena, y al embrocar, el toro le tiro un derrote seco
atravesando de lado a lado
el muslo de su pierna derecha de lado a lado. A estas alturas del festejo los "entendidos" ya estaban cayados.
Salto
el tercero que aunque no tuvo ni las intenciones ni las complicaciones
de los dos primeros y a pesar del cambio de hierro, tampoco fue nada
claro. Enfrente un joven matador, Pedro Fernández "Niño de Aranjuez",
que tenia un escaso bagaje sobre todo ante ganado tan áspero y correoso.
Hizo lo que pudo, que no fue poco, pero al entrar a matar fue prendido
por la axila propinándole una cornada.
Y esta es la reseña de una tarde aciaga y triste que se suspendió por cogidas de los tres actuantes.
Nadie
me lo conto, yo lo viví en primera persona, y lo que me dejo marcado de
aquella tarde fue que es triste que algunas personas hasta que no ven
sangre humana en la arena, no están agusto.
Como decía el Gallo "Hay gente pa to".
Un saludo
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