Manizales (Colombia). Pasada por agua la primera corrida de la feria. No paró de llover desde el comienzo hasta casi al filo de las siete y media de la noche cuando murió el octavo toro de Santa Bárbara. Cuatro horas de lluvia y de toros bravos ante una terna de matadores y de un rejoneador, todos jóvenes y colombianos.
El hierro de Carlos Barbero, que sustituyó al inicialmente anunciado deJuan Bernardo Caicedo, quedó muy en alto en Manizales. Ocho toros de variado pelaje, los hubo negros, castaños y jaboneros. Todos con el común denominador de la nobleza y la raza. Algunos con más fuerza que otros, pero en general con mucha toreabilidad.
La única oreja de la corrida en las manos del paisano José Arcila, quien se fajó muy bien en su primero al que bordó lances preciosos que se ovacionaron con fuerza. Tiene gusto en las series de pases por bajo y se vio muy efectivo con la espada. Lamentablemente no ocurrió lo mismo en su segundo donde falló con los aceros después de haber puesto a vibrar los tendidos en una faena llena de emoción que le aseguraba la salida a hombros.
Ricardo Rivera, cabeza de cartel, no se acomodó con ninguno de sus toros. Ejecutó pases aislados de gran factura pero sin continuidad, dejó enganchar mucho los engaños y con la espada no estuvo acertado.
El más joven de la terna, Luis Miguel Castrillón toreaba apenas la segunda corrida después de su alternativa en la pasada Feria de Cali. Se llevó un lote ideal, especialmente su primero al que toreó con gusto y mató pronto. Infortunadamente no vio claro a su segundo, un precioso jabonero que se fue al destazadero con muchos pases, algo que no perdonaron los aficionados.
El rejoneador José Miguel González con una excelente cuadra de caballos hizo completa demostración de las suertes en sus dos toros: farpas de castigo, banderillas a una mano quebrando en la propia cara, exponiendo una barbaridad. Con las cortas muy seguro y por ello las ovaciones más sonoras de esta larga corrida.
Plaza de toros de Manizales. Primera corrida Feria de Manizales. Tres cuartos del aforo. Ocho toros de Santa Bárbara, bravos y muy nobles.Ricardo Rivera, palmas y silencio tras aviso; José Arcila, oreja y palmas. Luis Miguel Castrillón, palmas y pitos tras dos avisos. El rejoneador José Miguel González, ovación y palmas. |
FOTOGRAFÍA: JULIÁN VELASCO
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