La Feria de Moroleón se cerró este jueves con una corrida de Barralva que no dio el juego esperado. Tan sólo El Payo pudo tocar pelo en un festejo en el que Alejandro Talavante, Fernando Ochoa y el rejoneador Alejandro Zendejas se fueron de vacío.
Hubo que esperar al séptimo toro de regalo para ver una faena variada y templada por ambos lados a cargo de El Payo. Tras una estocada paseó un trofeo. Al toro se le dio la vuelta al ruedo. Frente a sus primero puso voluntad y disposición mientras que en su segundo optó por abreviar.
Alejandro Talavante se mostró por encima de su primero, un toro al que le faltó humillación y entrega. A su segundo lo cuajó a la verónica y también por chicuelinas. Le faltó transmisión al toro y el extremeño lo toreó con templanza pero la faena no rompió.
Fernando Ochoa lidió con solvencia a su primero en una faena fundamentada sobre la diestra en la que destacó el buen trazo de los muletazos. Con el toro de su adiós de esta plaza toreó con elegancia y prestancia. Gustó su toreo clásico, rematando su quehacer de estocada entera.
Por delante, el rejoneador Alejandro Zendejas destacó montando a Gallo, con quien además toreó de costado y templado. Expuso en el final de faena en dos banderillas al violín.
Moroleón (México), jueves 16 de enero de 2014. Toros de La Venta del Refugio, para rejones y Barralva, el séptimo como sobrero de regalo, premiado con la vuelta al ruedo. Alejandro Zendejas: Palmas; Fernando Ochoa: Palmas y vuelta al ruedo; Alejandro Talavante: Palmas y silencio; El Payo: Palmas, silencio y oreja en el de regalo. Entrada: Tres cuartos.
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