OTRO VEZ ADAME

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México D.F (México). Joselito Adame cortó dos orejas y salió en hombros por segunda vez consecutiva esta Temporada Grande en La México. Adame, una vez más rotundo y firme, convenció al público que lo premió con el doble trofeo con una faena heróica ante un toro que mostró complicaciones pero ante las que el hidrocálido no dudó nunca. Por su parte, Diego Silveti pinchó una soberbia faena al que cerró plaza en una tarde en la que se vio que las promesas mexicanas ya no son tal, son realidades, y que tuvo un inicio y un final extraordinarios con una plaza casi llena. Saldívar tampoco quería dejarse ganar la partida y mostró una gran disposición y entrega ante sus dos toros. El encierro de Barralva ofreció un juego desigual y destacaron primero, segundo y sexto de la tarde. El prólogo estuvo protagonizado por la rejoneadora Mónica Serrano en una actuación no muy afortunada.

El primero de Barralva, serio y bien presentado, fue un toro al que Joselito Adame hubo de plantearle una faena firme. Así lo hizo, bien estructurada y precisa. Hizo lo mejor por el pitón derecho, por donde se mostró siempre firme, dejándole la muleta y ligándolo con mucha transmisión, sin dudarle a un toro con ciertas complicaciones. El toro respondió con acometividad. En un final por manoletinas, el toro prendió a Adame de manera dramática prendiéndolo por el chaleco y zarandeándolo violentamente. Sin mirarse, el torero cogió el estoque y lo metió hasta los gavilanes. Emocionante final de la faena que bien mereció el doble trofeo. Adame salió dispuesto a todo también ante el quinto de la tarde y así lo mostró en un inicio por estatuarios sin enmendarse. Le dio tiempos a un toro que tuvo poca clase y cuando se vio sometido se coló con violencia. Tuvo peligro sordo el deBarralva y aun así Adame lo intentó en una faena de más a menos. Lo macheteó a la antigua para luego entrar a matar, pinchándolo en un primer encuentro y dejó una media.

El que cerró plaza tuvo una salida desconcertante pero en la muleta cambió y se vislumbró la calidad en un inicio alegría y transmisión por el derecho. Continuó por ese pitón, templándolo mucho y el toro repitió humillando y con repetición. Lo esperó tras probarlo al natural y le dio distancia para volver a la derecha y firmar una tanda soberbia y con la plaza rota con los olés característicos de la México. Silveti lo disfrutó y se entregó por igual a una faena que fue a más. Citó de lejos por manoletinas ajustadísimas arriesgando mucho y poniendo la plaza boca abajo. Pinchó y tras esto, le pegó una tanda de naturales. De nuevo pinchó una faena de dos orejas. Previamente, Diego Silveti realizó un gran esfuerzo por tratar de extraer el máximo del cuarto de la tarde, un toro que aunque resultó noble, no tuvo transmisión ni fuerza como para que la faena cogiese vuelo. Resultó una faena en la que Silveti lo puso todo pero sin fortuna. Consiguió pasajes sueltos y pinchó al entrar a matar, tuvo que descabellar y escuchó un aviso. 

Arturo Saldívar toreó lento a la verónica en el recibo a un toro de Barralva que desde su salida se mostró distraído e incluso intentó saltar al callejón. Así fue en la muleta, brusco, siempre con la cara alta y sin entregarse. Saldívar lo sometió y consiguió llevarlo ligado en tandas meritorias y de mucha transmisión. Lo puso todo, incluso en terrenos comprometidos en el final por manoletinas ajustadísimas e incluso casi temerarias. Pinchó y eso enfrió al público. Fue ovacionado. Con cambiados por la espalda Saldívar consiguió calentar al público al comienzo de su segunda faena. Toro con mucha codicia con la faena puesta pero que salía suelto de cada tanda. Hubo de sujetarlo Saldívar al comienzo de la faena. Luego le cogió el ritmo y consiguió templarlo, aprovechando la inercia en los primeros compases de un toro cambiante y exigente y que se quedó vacío. Pinchó y falló con el descabello.

Mónica Serrano vio silenciada una labor más de intenciones que de aciertos. La rejoneadora lo puso todo ante un toro de Fernando de la Mora algo parado en una faena intermitente que llegó en ocasiones aisladas al tendido. Provocó un momento desconcertante al entrar a matar y finalmente fue el propio sobresaliente quién, después de dejar la rejoneadora el rejón de muerte, hubo de entrar a matar con un estoque.

Plaza de toros Monumental de México (México D.F). Más de tres cuartos. Toros de Fernando de la Mora para rejones y Barralva (6º premiado con arrastre lento). Mónica Serrano, silencio; Joselito Adame, dos orejas y palmas; Arturo Saldívar, ovación y silencio y Diego Silveti, silencio tras aviso y ovación.