"Las obras podrían empezar como muy pronto
a finales de mayo o principios junio, porque antes será imposible. Hay
que superar una tramitación administrativa compleja una vez que la
empresa que está interesada acaba de presentar el estudio de viabilidad
con cierto retraso respecto a lo que antes manejábamos. Requiere una
aprobación inicial, una información pública, una aprobación definitiva,
que salga a concurso y vaya al Boletín de la Unión Europea, que hay dos
meses para presentar ofertas... Así que no tendría sentido empezar
entonces, ya en el mes de junio. Así que abro la puerta a poder salvar
la feria taurina de este año. Creo que se debe celebrar, queremos
hacerlo. Eso sí, siempre condicionado a que se validen las condiciones
de seguridad".
De este modo ha explicado en la prensa local de Burgos, el alcalde Javier Lacalle, su nuevo posicionamiento con relación al derribo del coso de El Plantío -previsto inicialmente para el presente mes de diciembre- y la construcción de un nuevo recinto, del que a estas alturas aún no hay proyecto en firme, a pesar, de la disposición mostrada por una empresa de construcción a levantar el nuevo coso.
Lacalle reconoce que de este modo la ciudad no se quedaría ningún año sin feria taurina y que de cara a las obras de acondicionamiento de El Plantío para el ciclo: “Hay que recordar que la empresa adjudicataria de la feria pone dinero, y si no se celebra no tendremos ese ingreso. (….) La actividad económica que genera en la ciudad es muy superior a los gastos que haya que emplear en el acondicionamiento de la plaza”.
Con esta medida -celebrada por las entidades taurinas locales que durante estos meses han estado trabajando en presentar distintas fórmulas de cosos desmontables para haber albergado la feria taurina en el supuesto de haberse derribado el coso- el Ayuntamiento deberá poner en marcha un nuevo concurso de adjudicación de El Plantío, tras haber concluido la última adjudicataria, Iniciativas Taurinas, su periodo de arrendamiento.
La incógnita mayor que se desprende es saber si desde el Ayuntamiento emprenderán un concurso por una única temporada o quedará abierta para que la empresa adjudicataria sea también la que organice la feria inaugural en el nuevo recinto, si por fin, se lleva adelante de cara a 2015.
De este modo ha explicado en la prensa local de Burgos, el alcalde Javier Lacalle, su nuevo posicionamiento con relación al derribo del coso de El Plantío -previsto inicialmente para el presente mes de diciembre- y la construcción de un nuevo recinto, del que a estas alturas aún no hay proyecto en firme, a pesar, de la disposición mostrada por una empresa de construcción a levantar el nuevo coso.
Lacalle reconoce que de este modo la ciudad no se quedaría ningún año sin feria taurina y que de cara a las obras de acondicionamiento de El Plantío para el ciclo: “Hay que recordar que la empresa adjudicataria de la feria pone dinero, y si no se celebra no tendremos ese ingreso. (….) La actividad económica que genera en la ciudad es muy superior a los gastos que haya que emplear en el acondicionamiento de la plaza”.
Con esta medida -celebrada por las entidades taurinas locales que durante estos meses han estado trabajando en presentar distintas fórmulas de cosos desmontables para haber albergado la feria taurina en el supuesto de haberse derribado el coso- el Ayuntamiento deberá poner en marcha un nuevo concurso de adjudicación de El Plantío, tras haber concluido la última adjudicataria, Iniciativas Taurinas, su periodo de arrendamiento.
La incógnita mayor que se desprende es saber si desde el Ayuntamiento emprenderán un concurso por una única temporada o quedará abierta para que la empresa adjudicataria sea también la que organice la feria inaugural en el nuevo recinto, si por fin, se lleva adelante de cara a 2015.
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