Festejos 066
orejas 123 rabos 006 plazas.1ª 015 plazas. 2ª 026 plazas 3ª. 024 plazas. 4ª 001
Festejos 063
orejas 140 rabos 006 plazas.1ª 007 plazas. 2ª 027 plazas 3ª. 025 plazas. 4ª 004
Festejos 048
orejas 063 rabos 001 plazas.1ª 019 plazas. 2ª 018 plazas 3ª. 010 plazas. 4ª 001
Festejos 043
orejas 049 rabos 000 plazas.1ª 014 plazas. 2ª 021 plazas 3ª. 009 plazas. 4ª 000
Festejos 042
orejas 096 rabos 005 plazas.1ª 004 plazas. 2ª 010 plazas 3ª. 025 plazas. 4ª 002
Festejos 041
orejas 062 rabos 001 plazas.1ª 019 plazas. 2ª 016 plazas 3ª. 006 plazas. 4ª 000
Festejos 041
orejas 049 rabos 001 plazas.1ª 014 plazas. 2ª 011 plazas 3ª. 017 plazas. 4ª 000
Festejos 041
orejas 030 rabos 000 plazas.1ª 015 plazas. 2ª 008 plazas 3ª. 017 plazas. 4ª 001
Festejos 040
orejas 046 rabos 000 plazas.1ª 011 plazas. 2ª 019 plazas 3ª. 010 plazas. 4ª 000
Festejos 039
orejas 044 rabos 001 plazas.1ª 013 plazas. 2ª 019 plazas 3ª. 007 plazas. 4ª 000
Festejos 037
orejas 053 rabos 003 plazas.1ª 011 plazas. 2ª 012 plazas 3ª. 013 plazas. 4ª 001
Festejos 036
orejas 042 rabos 002 plazas.1ª 014 plazas. 2ª 010 plazas 3ª. 012 plazas. 4ª 000
Festejos 035
orejas 043 rabos 001 plazas.1ª 007 plazas. 2ª 022 plazas 3ª. 006 plazas. 4ª 000
Festejos 034
orejas 047 rabos 001 plazas.1ª 015 plazas. 2ª 017 plazas 3ª. 002 plazas. 4ª 000
Festejos 033
orejas 020 rabos 001 plazas.1ª 013 plazas. 2ª 016 plazas 3ª. 004 plazas. 4ª 000
Festejos 032
orejas 043 rabos 001 plazas.1ª 011 plazas. 2ª 003 plazas 3ª. 016 plazas. 4ª 002
Festejos 032
orejas 018 rabos 000 plazas.1ª 012 plazas. 2ª 004 plazas 3ª. 015 plazas. 4ª 001
Festejos 031
orejas 034 rabos 000 plazas.1ª 012 plazas. 2ª 008 plazas 3ª. 010 plazas. 4ª 001
Festejos 030
orejas 036 rabos 000 plazas.1ª 017 plazas. 2ª 003 plazas 3ª. 009 plazas. 4ª 000
Festejos 024
orejas 043 rabos 000 plazas.1ª 003 plazas. 2ª 004 plazas 3ª. 015 plazas. 4ª 002
Festejos 024
orejas 039 rabos 003 plazas.1ª 006 plazas. 2ª 003 plazas 3ª. 013 plazas. 4ª 002
Festejos 024
orejas 031 rabos 000 plazas.1ª 004 plazas. 2ª 005 plazas 3ª. 014 plazas. 4ª 001
Festejos 023
orejas 048 rabos 007 plazas.1ª 003 plazas. 2ª 001 plazas 3ª. 018 plazas. 4ª 001
Festejos 022
orejas 022 rabos 000 plazas.1ª 004 plazas. 2ª 004 plazas 3ª. 014 plazas. 4ª 000
Festejos 019
orejas 013 rabos 002 plazas.1ª 008 plazas. 2ª 003 plazas 3ª. 007 plazas. 4ª 001
_____________________________________________________________
No recuerdo una estadística sobre la temporada tan pobre en número de corridas toreadas por la mayoría de los venticinco primeros matadores de toros del escalafón superior, ni tan extraña por lo que respecta al puesto que han ocupado cada uno de ellos. Los tenidos por mejores entre los que para el común de los aficionados venían ejerciendo la primacía han toreado bastante menos que la mayor parte de los que encabezan la lista salvo muy pocas excepciones. De ahí que las máximas figuras de la actualidad como han sido y son El Juli, Enrique Ponce, José María Manzanares, Morante de la Puebla, Miguel Ángel Perera, Alejandro Talavante y Sebastián Castella, seguidos por los más destacados de la segunda fila como El Cid, Daniel Luque y Antonio Ferrera, han toreado bastante menos que Juan José Padilla y El Cordobés aunque quepan excepciones como las de El Fandi ( segundo en el escalafón) que venía alternando desde hace muchos años los dos primeros lugares, la de Iván Fandiño que va en tercer lugar, y la de Perera que ha sido la única figura entre los cinco primeros, ocupando el cuarto puesto.
Esta insólita distorsión refleja en cualquier caso la realidad de lo que está sucediendo en el toreo actual independientemente de los efectos económicos derivados de la crisis que estamos padeciendo sin olvidar que los mayores perjudicados están siendo los ganaderos de bravo, no pocas empresas que se han visto obligadas a cerrar sus respectivos negocios y la mayoría de los aspirantes a matadores de toros, los novilleros, por el brutal descenso de los festejos menores.
Pero vayamos caso por caso para intentar explicar lo sucedido. Abarquemos por delante con los matadores de toros más importantes que, hayan actuado más o menos, siguen conformando lo que entendemos por la cúpula aunque, de entre éstos, Ponce pese a figurar en el ranking como 13º, Morante en el 14º y Perera en el 4º ya señalado, fueron los que mejor salieron parados de la contienda. Pero empecemos por quien iba de primerísimo, El Juli que figura en el 6º.
Quizá el caso más digno de análisis sea el de El Juli por cuanto ha supuesto esta temporada para él. Y no porque haya bajado de categoría, sino por lo que la muy grave cornada que sufrió en la feria de Sevilla contribuyó a cambiar sus formas de torear y de matar. Y es que El Juli sigue siendo un maestro capaz de resolver toda clase de embestidas, pero su toreo ha perdido autenticidad y belleza. Es cierto que aunque nunca fue un torero con clase, llegó a conseguirlo con absoluta perfección. El último ejemplo de ello fue su grandiosa faena del Domingo de Resurrección, también en Sevilla. Tras la cogida, no volvió a torear como en aquella tarde. Las faenas de El Juli de esta temporada, salvo la señalada, e incluso las que le proporcionaron grandes triunfos, toreó excesivamente agachado y llevando a los toros en línea recta y despidiéndolos hacia afuera. Y en cuanto a la suerte de matar, sus estocadas al salto y cuarteando en el emboque, tampoco fueron como las que propinaba en su mejores etapas, incluyendo las más efectivas. Estos “feos” modales contrastaron con las de otros toreros de su misma categoría. Pero cuando peor librado salió de los contrastes fue en la tarde que toreó con Enrique Ponce en Bilbao. Debió ser tremendo para El Juli que, aun saliendo a hombros de la plaza, de quien salió hablando elogiosamente todo el mundo fue de Ponce que, por cierto, abandonó Vista Alegre a pie. Después de este enojoso baño que pudo ver todo el mundo a través de la televisión, cada vez que El Juli volvió a torear con el valenciano y aunque a éste nunca le acompañó la suerte con los toros y, a El Juli sí, el madrileño lo hizo ostensiblemente enrabietado en su baldío intento de desquitarse y de tapar la afrenta como fuera.
A este desgaste digamos de imagen, cabe añadir los líos que Julián ha venido causando por empeñado en mandar en el toreo y en todo cuanto le rodea, a veces con razón y en otra sin ella. Líos que sobre todo en los sorteos y en repentinos cambios de ganado mediante imposiciones absolutistas provocaron no pocas suspicacias. El Juli debería moderar sus apetencias dictatoriales porque, si persiste, acabará pagándolo.
Aunque El Juli es una de las figuras que solamente actúan con no más de cinco ganaderías, la mayoría del encaste Domecq, cuando se anunció en Sevilla con toros de Miura en su intento de acallar los comentarios en su contra al respecto, se quedó sin torearlos por la cogida y, a partir de ahí, solo cató sus reses predilectas. Sobremanera los toros de la ganadería de Garcigrande, la de mejor rendimiento con mucho de la temporada por cierto. Vacada que, muy precisamente, conoce El Juli tanto o más que el mayoral y los ganaderos. Cuestión que calca con la de Daniel Ruíz.
El zapatazo de Enrique Ponce
Precisamente fue un toro de Garcigrande con el que Ponce arrasó en Bilbao dejando en evidencia no solo a sus compañeros de cartel y a muchos de los principales diestros en lid. También y, sobre todo, a los que venían diciendo y escribiendo que estaba acabado y hasta que tenía que retirarse. La bajada de pantalones de uno de ellos fue clamorosa. Y el impacto de lo que Ponce hizo, colosal. Ya venía anunciándolo en varias corridas anteriores y no en todas frente a ganado fácil ni propicio, como en Mont de Marsan y en Santander. Pero fue en la corrida que tuvo que matar entera en Huesca por la muy grave cogida que Morante de la Puebla sufrió mientras toreaba al primer toro, cuando Ponce cantó a pleno pulmón lo que vendría después. Y es que si estuvo cumbre en Bilbao con el toro de Garcigrande, dos días después se superó a sí mismo con la imponente corrida de Alcurrucén. Ganadería que, mira por donde, sus colegas más empingorotados no quieren ver si en pintura.
Ponce se impuso a los que de ninguna manera querían que matara la corrida de Alcurrucén y como en Bilbao no es posible apartarle porque su palmarés en Vista Alegre es inalcanzable, el más reticente Juli no tuvo otra opción que tragar con su presencia. Lo hecho por Enrique Ponce este año ha sido el gran acontecimiento de la temporada hasta el punto de haber obligado a muchos a cambiar de planes y de expectativas. Les sorprendió el valenciano porque él mismo venía diciendo que ya no quería competir con nadie, solo disfrutar consigo mismo. Pero al pacífico Ponce le salió a flote la fiera que lleva dentro y acabó con el cuadro desde cualquier punto de vista. Nadie ha toreado jamás con tanta facilidad, elegancia y poderío ante cualquier clase de toros sin descomponer nunca la figura ni el gesto. Fiel a su concepto del toreo, el más cristalino y limpio de la historia. Cuando a la maestría y al poderío se une la clase, es muy difícil que nadie pueda superarlo.
Morante más especial que nunca
Posiblemente haya sido esta temporada la mejor de la vida de Morante por la enorme cantidad de de grandes faenas – las suyas son realmente pictóricas en la recreación de asombrosos cuadros inspirados en viejas películas y fotografía de Rafael El Gallo, de su sobrino Joselito y de Juan Belmonte – y por el admirable fondo profesional que ha mostrado antes y después de la tremenda cornada que sufrió en Huesca a primeros de agosto. Tardó en recuperarse. Pero volvió pletórico y como si nada le hubiera ocurrido matando seis toros como único espada en la Goyesca de Ronda y, al día siguiente, actuando mano a mano con Sebastián Castella en la plaza francesa de Dax. Ya he dicho muchas veces que quizá sea Morante el más valiente y regular en el éxito de todos los grandes artistas que ha habido en el toreo. De los que yo he visto entre los tenidos por artistas geniales, desde luego que sí. Por eso se le perdonan a Morante las tardes de no querer complicarse la vida con toros difíciles aunque también es justo reconocer que, últimamente, es capaz de sacar partido de muchos que en tiempos pasado no quería ni probarlos. Las grandes faenas de Morante han sido hitos del año por si solas individualmente consideradas.
Miguel Ángel Perera, el campeón de 2013
Ya lo fue y de qué indiscutible manera la temporada de 2008. Pero ha sido en la que acaba de terminar cuando se ha consagrado definitivamente instalándose en lugar de privilegio dentro de la primerísima fila del toreo actual. Sucesivas cornadas y percances sufridos de entonces acá, algunos de larga y costosa recuperación, nunca mellaron su natural e incólume valor. Un valor tan grande como capaz de sostener y de acrecentar sus muchas virtudes toreras. No es cosa de repetir lo que de Perera hemos escrito tantas veces y este año con más convencimiento que nunca. Perera es el torero que en su sola persona resume perfeccionadas todas las revoluciones técnicas que han acontecido a lo largo de la historia. Por eso y por su enorme fuerza de voluntad e indeclinable amor propio ha conseguido situarse donde está sin miedo a que nadie le apee de su pedestal. Y ello, también contra el viento y la marea de los muchos que han intentado apartarle de la contienda con repugnantes ninguneos en los medios, intentando ignorarle y hasta con vetos más o menos claros. No han podido con él. Perera ha sumado más tardes triunfales que ninguna otra figura. Al principio de su campaña con fallos a espadas que le privaron de cortar muchas orejas. Pero aun con estos fallos, terminó arrasando en varias de las plazas más importantes. Sobre todo en las más trascendentales de Sevilla y de Madrid. Su actuación en la feria de San Miguel en la Maestranza fue la mayor y más cara prueba de su conquista.
No hay comentarios:
Publicar un comentario