Páginas AFICIONADOS TAURINOS SIN ANIMO DE LUCRO
PERERA POR JOSE ANTONIO DEL MORAL
21.10.2013
La multitudinaria
boda de Miguel Ángel Perera con Verónica Gutiérrez que tuvo lugar en la
Catedral Mayor Salamanca el pasado sábado 19 de octubre con todo el
toreo allí presente y con las calles de la bellísima ciudad repletas de
un público que no cesó de vitorear a los novios en sus recorridos
anterior y posterior a la ceremonia, marcó con letras de oro su
definitiva consagración social, casi inmediatamente después de la
conseguida profesionalmente en la pasada feria de San Miguel con su
indiscutible triunfo en la plaza de la Real Maestranza de Sevilla,
culmen de una campaña que protagonizó de principio a fin como máximo e
indiscutible campeón de la presente temporada 2013.
Seis años le han bastado a Miguel Ángel
para lograrlo con sobradas creces, no solo por haber conseguido torear
con una regularidad pétrea a base de hacer coincidir y perfeccionar en
su sola persona todas las revoluciones que han venido influyendo en el
toreo desde las de Belmonte y Manolete hasta la última de Paco Ojeda,
sino también por haberlo conseguido a pesar de las muchas cornadas,
algunas muy graves, y a los varios percances que ha sufrido en tan corto
como intensísimo periodo de tiempo. Y es que el valor de Perera es uno
de los más grandes y conscientes que torero alguno haya tenido en la
historia.
Si su temporada de 2007 fue la de su
ruptura como figura y la de 2008 la de su más claro ascenso a la cumbre,
la que acaba de terminar de 2013 ha sido la que con más nitidez le ha
llevado a ocupar un privilegiado lugar entre los grandes toreros que
vienen reinando en la primera fila a pesar de los intentos de no pocos
de impedirlo recurriendo a toda clase de subterfugios que no solo se
emplearon en contra de su excepcional e independiente apoderado, el
matador de toros Fernando Cepeda – artífice de su extraordinaria
administración – sino contra el propio interesado por lo mucho que
molestaron sus enormes cualidades profesionales que nunca se le subieron
a la cabeza como hombre de la calle prudente y educado además de
admirablemente firme en sus valores y creencias que viene defendiendo
por encima de todo.
No fue de chocar, pues, que casi todo
el toreo de todas la facetas estuvieran presentes en su boda con la hija
de El Niño de la Capea. Las más grandes figuras del presente y de las
que aún viven del pasado, los profesionales más distinguidos del
empresariado, de la ganadería de bravo y de la prensa especializada a
los que se sumaron los centenares de amigos de las familias de ambos
contrayentes.
Ahora solo falta que Dios les siga
dando suerte y felicidad a los novios y muy especialmente al torero para
que pueda mantener durante muchos más años lo que ha conseguido con
indeclinable vocación sin ahorrar ningún esfuerzo. Que así sea.
No hay comentarios:
Publicar un comentario