Una corrida seria, ofensiva y exigente de Adolfo Martín que contó con dos toros de nota -un segundo con un fondo de nobleza bueno y un sexto encastado- puso fin a la Feria de Otoño de Madrid. El encierro, variado, tuvo también un tercer y cuarto toro complicados y un primero que si bien desarrolló nobleza le faltó mayor entrega. Diego Urdiales dio de nuevo un severo toque de atención. Sensacional el toreo al natura del riojano: sabor, torería, personalidad... Serafín Marín se vino arriba con el encastado sexto tras una voltereta. Faena de corazón y actitud.
El segundo fue un toro noble, con un fondo de calidad pero exigente y sin regalar nada. Torerísimo Diego Urdiales que, paciente y solemne, fue metiendo en la muleta al animal a base de temple. Un gran último tramo de faena, con el toro humillado y el riojano ralentizando el toreo al natural. Dos series muy buenas. Despaciosidad. Unos ayudados finales y una gran estocada dieron paso a una oreja de ley. El quinto fue devuelto y en su lugar se lidió un sobrero del Puerto de San Lorenzo, deslucido por manso y huidizo. De imposible lucimiento, siempre buscó las tablas y las salidas. El riojano se estrelló literalmente a pesar de que quiso sujetarlo en los medios primero y en los terrenos del animal después. Notable actitud de Diego Urdiales que remató de buena estocada.
El serio, cuajado y bien armado tercero resultó parado, agarrado al
piso y áspero. Complicado por lo incierto y por su escaso celo. Serafín
Marín anduvo porfión en una labor pundonorosa rematada de buena
estocada. Toro en tipo y serio el sexto. Exigente, encastado, nada
facil. Esfuerzo de asentamiento, firmeza y corazón de Serafin Marín que
empapa al animal de muleta, destacando la templanza y el dominio. Muy
sincero, es prendido por el animal. Faena valiente, de corazón. Buena
estocada. Oreja.
Abrió plaza un toro bien hecho, reunido y serio, que cumplió en varas. Tuvo nobleza el animal pero sin raza por lo que le faltó continuidad en sus arrancadas. Buenos fueron los lances a la verónica de Uceda Leal, que compuso una faena larga salpicada de buenos muletazos sueltos. Mató de estocada tras pinchazo. Su segundo fue un toro complicado y que desarrolló peligro. Embistió con la cara alta. El madrileño abrevió en una faena sin opciones frente a un toro midiendo constantemente. En este toro fue cogido sin consecuencias el torero de plata Antoñares a la salida de un par de banderillas.
Madrid, domingo 5 de octubre de 2014. Toros de Adolfo Martín y Puerto de San Lorenzo (5º
bis, manso). Bien presentados, serios y ofensivos por delante. El
primero, desrazado; exigente pero con un fondo de calidad el segundo.
Parado y áspero el tercero. Complicado y desarrollando peligro el
cuarto. Exigente y encastado el sexto. Uceda Leal, silencio y pitos; Diego Urdiales, oreja tras aviso y ovación con saludos; Serafín Marín, silencio y oreja. Entrada: Casi lleno. Destacó picando al cuarto Francisco de Borja. Abrió plaza un toro bien hecho, reunido y serio, que cumplió en varas. Tuvo nobleza el animal pero sin raza por lo que le faltó continuidad en sus arrancadas. Buenos fueron los lances a la verónica de Uceda Leal, que compuso una faena larga salpicada de buenos muletazos sueltos. Mató de estocada tras pinchazo. Su segundo fue un toro complicado y que desarrolló peligro. Embistió con la cara alta. El madrileño abrevió en una faena sin opciones frente a un toro midiendo constantemente. En este toro fue cogido sin consecuencias el torero de plata Antoñares a la salida de un par de banderillas.
Parte médico de Antoñares: "Contusión en hemotórax izquierdo y en tercio distal de tibia izquierda. Puntazo corrido en región subescapular derecha. Dolor a la palpación en tercio medio del gemelo interno de la pierna derecha. Todo ello pendiente de estudio radiológico. Pronóstico reservado. Firmado: Dr. García Padrós".
Fotos: JAVIER ARROYO
Una corrida seria, ofensiva y exigente de Adolfo Martín que contó con dos toros de nota -un segundo con un fondo de nobleza bueno y un sexto encastado- puso fin a la Feria de Otoño de Madrid. El encierro, variado, tuvo también un tercer y cuarto toro complicados y un primero que si bien desarrolló nobleza le faltó mayor entrega. Diego Urdiales dio de nuevo un severo toque de atención. Sensacional el toreo al natura del riojano: sabor, torería, personalidad... Serafín Marín se vino arriba con el encastado sexto tras una voltereta. Faena de corazón y actitud.
El segundo fue un toro noble, con un fondo de calidad pero exigente y sin regalar nada. Torerísimo Diego Urdiales que, paciente y solemne, fue metiendo en la muleta al animal a base de temple. Un gran último tramo de faena, con el toro humillado y el riojano ralentizando el toreo al natural. Dos series muy buenas. Despaciosidad. Unos ayudados finales y una gran estocada dieron paso a una oreja de ley. El quinto fue devuelto y en su lugar se lidió un sobrero del Puerto de San Lorenzo, deslucido por manso y huidizo. De imposible lucimiento, siempre buscó las tablas y las salidas. El riojano se estrelló literalmente a pesar de que quiso sujetarlo en los medios primero y en los terrenos del animal después. Notable actitud de Diego Urdiales que remató de buena estocada.
El serio, cuajado y bien armado tercero resultó parado, agarrado al
piso y áspero. Complicado por lo incierto y por su escaso celo. Serafín
Marín anduvo porfión en una labor pundonorosa rematada de buena
estocada. Toro en tipo y serio el sexto. Exigente, encastado, nada
facil. Esfuerzo de asentamiento, firmeza y corazón de Serafin Marín que
empapa al animal de muleta, destacando la templanza y el dominio. Muy
sincero, es prendido por el animal. Faena valiente, de corazón. Buena
estocada. Oreja.
Abrió plaza un toro bien hecho, reunido y serio, que cumplió en varas. Tuvo nobleza el animal pero sin raza por lo que le faltó continuidad en sus arrancadas. Buenos fueron los lances a la verónica de Uceda Leal, que compuso una faena larga salpicada de buenos muletazos sueltos. Mató de estocada tras pinchazo. Su segundo fue un toro complicado y que desarrolló peligro. Embistió con la cara alta. El madrileño abrevió en una faena sin opciones frente a un toro midiendo constantemente. En este toro fue cogido sin consecuencias el torero de plata Antoñares a la salida de un par de banderillas.
Madrid, domingo 5 de octubre de 2014. Toros de Adolfo Martín y Puerto de San Lorenzo (5º
bis, manso). Bien presentados, serios y ofensivos por delante. El
primero, desrazado; exigente pero con un fondo de calidad el segundo.
Parado y áspero el tercero. Complicado y desarrollando peligro el
cuarto. Exigente y encastado el sexto. Uceda Leal, silencio y pitos; Diego Urdiales, oreja tras aviso y ovación con saludos; Serafín Marín, silencio y oreja. Entrada: Casi lleno. Destacó picando al cuarto Francisco de Borja. Abrió plaza un toro bien hecho, reunido y serio, que cumplió en varas. Tuvo nobleza el animal pero sin raza por lo que le faltó continuidad en sus arrancadas. Buenos fueron los lances a la verónica de Uceda Leal, que compuso una faena larga salpicada de buenos muletazos sueltos. Mató de estocada tras pinchazo. Su segundo fue un toro complicado y que desarrolló peligro. Embistió con la cara alta. El madrileño abrevió en una faena sin opciones frente a un toro midiendo constantemente. En este toro fue cogido sin consecuencias el torero de plata Antoñares a la salida de un par de banderillas.
Parte médico de Antoñares: "Contusión en hemotórax izquierdo y en tercio distal de tibia izquierda. Puntazo corrido en región subescapular derecha. Dolor a la palpación en tercio medio del gemelo interno de la pierna derecha. Todo ello pendiente de estudio radiológico. Pronóstico reservado. Firmado: Dr. García Padrós".
Fotos: JAVIER ARROYO.FUENTE APLAUSOS
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