El Payo fue el primer triunfador de la corrida que inauguraba la
Temporada Grande en la plaza de toros México. El queretano cortó tres
orejas en una tarde de mucha firmeza y pundonor. Buen toro resultó el quinto, con un fondo de nobleza importante y clase, condiciones que fueron aprovechadas por El Payo para realizar una faena de altos vuelos, muy templada y en la que corrió la mano siempre muy encajado y asentado. Se gustó sobre ambas manos en una labor que tuvo más reposo al final. De nuevo manejó la toledana con contundencia, lo que le valió el doble trofeo y la puerta grande.
El Payo se impuso a un toro nada fácil, que se movió de manera rebrincada y sin clase, al que fue metiendo poco a poco en el canasto. Sobre la diestra, lo llevó muy empapado en la franela, siempre muy firme y centrado, con la muleta por delante en todo momento para ligar. Una gran estocada que tumbó al toro sin puntilla fue determinante para que el palco le diera la primera oreja de la tarde.
Morante apenas pudo dejar algún esbozo al natural frente a un toro muy aplomado y sin empuje alguno en el último tercio. El de La Puebla lo recibió con buenas verónicas a pies juntos rematadas de una media cargada de torería. No estuvo acertado con la espada.
Morante tampoco tuvo material para redondear la tarde en su segundo, un toro descastado y con el fuelle justo que apenas le dejó al sevillano enjaretar dos series y alguna pincelada suelta. Volvió a manejar los aceros con desacierto.
El sobrero que regaló Morante, del mismo hierro que la divisa titular, fue un toro que manseó de salida y aunque le faltó raza, entrega y celo, resultó manejable y permitió al de La Puebla realizar una faena pinturera. Morante salió muy decidido desde el capote y siempre por encima del toro, dejó sobre todo una primera serie sobre la diestra sublime, de mano baja y corriendo la mano de manera templada. Faena pinturera y de gran torería, que se vino un poco a menos por las condiciones del animal. De nuevo la espada le privó de tocar pelo.
Diego Silveti se enfrentó a un toro de buena condición aunque venido a menos en la faena de muleta. Faena intermitente del mexicano, que se fue diluyendo a medida que se iba apagando su oponente. No estuvo acertado con la espada, saliendo trompicado de uno de los encuentros. Brindó la faena a Miguel Herrera, entrenador de fútbol.
Diego Silveti se enfrentó en sexto lugar a un toro bien armado, al que le realizó una faena de más a menos, en la que prevaleció el pundonor del diestro. Las primeras series tuvieron mayor vibración aunque el toro se fue apagando. Terminó con ajustadas bernadinas para levantar el vuelo de una labor que no coronó con acierto con el estoque.
MÉXICO. Domingo 26 de octubre de 2014. 1ª de la Temporada Grande. Toros de Barralva, de juego y presentación desigual. MORANTE DE LA PUEBLA: Silencio tras aviso, división de opiniones tras aviso y palmas tras dos avisos; OCATAVIO GARCÍA "EL PAYO": Oreja y dos orejas; DIEGO SILVETI: Silencio y silencio tras aviso. Entrada: Más de media plaza. Al finalizar el paseíllo se recordó al matador azteca Pepe Luis Vázquez, fallecido recientemente, con un minuto de aplausos. Se desmonteró en el cuarto Gustavo Campos.
FUENTE APLAUSOS
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