“Es una meta más de las muchas que quiero alcanzar -continúa Escribano, quien cuestionado sobre con qué sueña para este miércoles, responde: "Sueño con estar a la altura de la plaza y de la feria. Madrid en San Isidro da y quita todo. Espero disfrutar. Son abonos en los que merece la pena hacer todos los esfuerzos del mundo. En San Isidro solamente he estado anunciado una tarde como novillero. Ahora ha pasado el tiempo y voy a hacerlo como matador en una temporada que, por otro lado, está siendo mágica para mí”.
Manuel Escribano lidiará la corrida de La Palmosilla, hierro alejado de las divisas duras que le han catapultado. “Una confirmación tiene que ser algo bonito y quería un cartel atractivo como el que tengo. Toreo con el maestro Padilla, a quien he sentido muy cercano a raíz de la cornada que sufrí el año pasado en Sotillo, y con Joselito Adame, triunfador del año pasado en Madrid. Es un cartel con alicientes y seguro que va a haber espectáculo”.
Además, para Escribano la de La Palmosilla es una corrida que puede dar muchas opciones: “La he visto en el campo y es seria pero bien hecha”, desvela, y apunta: “Me habría gustado estar también en otra corrida, quizá en alguna del tipo Adolfo, por ejemplo, pero no lo ha querido la empresa. De hecho, la prensa dijo que mataba también la de Miura pero lo cierto es que nunca se me ofreció ni se me habló de esa corrida”.
La de esta tarde será la única carta que juegue el torero en el serial madrileño. Sin embargo, admite: “La presión es la misma cuando matas una que cuando matas cuatro. Un torero debe salir cada día como si fuera su última corrida. En mi plan al menos no cambia nada ir a una feria una tarde o más de una”.
FUENTE APLAUSOS
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