Enrique Ponce malogró con la espada una buena faena en la tarde de su reencuentro, cinco años después, con la plaza de Las Ventas. El valenciano logró los mejores pasajes de un festejo en el que David Galán, ovacionado en el sexto, confirmó con dignidad con el mejor lote y Sebastián Castella, sin toros, fue silenciado.
Manejable pero sin clase resultó el cuarto, un animal que punteó los engaños y embistió sin entrega, siempre con la cara alta y desentendiéndose de la muleta. Ponce hizo un esfuerzo ante él en una faena de gran delicadeza, en la que hubo mimo y proverbial temple. Intentó encelar al toro, ganarle siempre la acción y estéticamente hubo momentos buenos por el pitón derecho. Buena también la actitud del de Chiva, que concluyó con toreros muletazos genuflexos. Malogró todo con la espada, matando de pinchazo, estocada y dos descabellos. Fue ovacionado.
El valenciano fue silenciado en el toro de su regreso a Madrid, un animal noble y manejable pero justo de fondo. El de Chiva, que dejó un buen saludo capotero, realizó una faena -brindada a Mario Vargas Llosa- paciente, técnica y aplomada, ante un toro sin ritmo y muy a menos.
Abrió plaza un buen toro de Victoriano del Río, con clase, calidad y, sobre todo, un gran pitón derecho. Galán confirmó alternativa brindando la faena al cielo en memoria de su padre, Antonio José Galán. El malagueño dejó una faena entregada y dispuesta, que tuvo una gran serie sobre la diestra. Por el izquierdo bajó la faena, que de nuevo volvió a coger vuelo en otra serie en redondo. Actuación decidida que emborronó con la espada.
El sexto fue un buen toro. Fue a menos pero embistió en la primera parte de la faena con profundidad. En esa primera mitad derrochó decisión el malagueño, que puso todo de su parte e instrumentó series de buen trazo por el pitón derecho. No resultó una faena compacta pero pocas pegas pueden ponérsele a quien ha toreado tan poco en los últimos años. Mató de pinchazo y estocada y fue ovacionado.
El quinto fue un toro con movilidad pero sin clase ni ritmo, que llevó la cara alta y embistió sin brusquedad, rajándose al final. Arrancó Castella con la muleta con pases cambiados en los medios, pero no pudo después levantar faena porque así lo impedía la brusca condición del animal. Faena con tesón pero sin brillo, coronada de pinchazo y estocada.
El tercero fue un toro deslucido, protestado en los primeros tercios y sin fuerza. Faena intrascedente de Sebastián Castella en medio del descontento general.
Madrid, jueves 15 de mayo de 2014. Toros de Victoriano del Río y Toros de Cortés (5º), bien aunque desigualmente presentados y de juego dispar. Destacaron 1º y 6º, dos toros notables. Enrique Ponce: Silencio y ovación con saludos tras aviso;Sebastián Castella: Silencio en su lote; David Galán, que confirma alternativa: Silencio y ovación con saludos tras aviso.Entrada: Lleno de "No hay billetes". Enrique Ponce, en su vuelta a Las Ventas tras cinco años de ausencia, fue obligado a saludar antes de que saliese el primer toro de la tarde. Se desmonteró tras parear al quinto Javier Ambel.
FUENTE APLAUSOS
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