Antonio Nazaré hizo lo más reseñable del festejo del Domingo de Resurrección en Las Ventas. Hasta el sexto toro tan sólo se escucharon silencios en Madrid y fue con el último con el que el sevillano dio una vuelta al ruedo. Curro Díaz dejó detalles caros ante una corrida noble de Gavira pero a la que le faltó fondo y clase.
El sexto fue el mejor toro del encierro, tuvo nobleza, más entrega y recorrido que sus hermanos y sobre todo clase por el pitón izquierdo. Antonio Nazaré, en una faena de menos a más, supo aprovechar las virtudes de su oponente para cuajar tres tandas en las que tiró bien del toro, las dos primeras con ligazón y una tercera a pies juntos. Labor, que si bien no fue redonda, tuvo momentos buenos. Remató de estocada y se pidió la oreja pero todo quedó en una vuelta al ruedo. Fue silenciado tras pasaportar al tercero, un animal noble y manejable pero justo de raza. Tuvo buena condición pero no le acompañaron las fuerzas al de Gavira. Nazaré dejó una faena decidida en la que lo mejor fue la estocada final.
Curro Díaz sorteó en primer lugar un toro serio y bien hecho, de mucha arboladura que resultó noble y manejable. El torero de Linares dejó pinceladas muy bellas como un brillante trasteo de inicio y sobre ambas manos hubo muletazos de buena armonía. El viento, presente durante toda la faena, condicionó una actuación mal coronada con la espada. El cuarto fue un toro noble pero con genio y áspero, rebrincado. Decidido Curro Díaz, buscó templar y atemperar la brusquedad de su oponente. Hubo muletazos sueltos de buena factura, destellos sobre la zurda, dentro de un conjunto en el que estuvo por encima del de Gavira.
El segundo fue un ejemplar bajo y serio y que desarrolló más movilidad que clase. Morenito de Aranda se estiró a la verónica en un quite con cierto sabor antes de una faena larga y tesonera pero carente de brillo. Al igual que en su primero, fue silenciado tras una faena a un quinto toro sin clase, con movilidad pero que embistió con la cara alta. Faena larga del burgalés pero sin argumento. Mató de estocada corta.
Madrid, domingo 20 de abril de 2014. Toros de Gavira, bien presentados, de desiguales hechuras, armada y astifina, de mucha arboladura. Nobles y manejables pero sin fondo ni clase a excepción del buen sexto. Curro Díaz: Silencio tras aviso y silencio;Morenito de Aranda: Silencio tras aviso y silencio; Antonio Nazaré: Silencio y vuelta al ruedo tras petición. Entrada: Un tercio.
FUENTE APLAUSOS
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