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miércoles, 13 de agosto de 2014

4ª FERIA DE HUESCA

El Fandi y Manzanares han salido a hombros en el cuarto festejo de la Feria de San Lorenzo de Huesca. Granadino y alicantino cortaron dos orejas de un mismo toro cada uno y abrieron la puerta grande en una función en la que Enrique Ponce fue premiado con un trofeo tras vivirse un polémico episodio con el palco presidencial.

José María Manzanares cortó las dos orejas del tercero de El Pilar. El alicantino supo aprovechar a la perfección la nobleza y la clase de su oponente, que estaba justo de fuerzas, para cuajar una notable faena. Lo fue metiendo poco a poco en la muleta hasta acabar ligando series muy templadas sobre la diestra, de enorme gusto y empaque. Muy torero. Con la muleta siempre puesta en la cara, la faena tuvo continuidad y la virtud de ir a más. Sin apretar al toro, le dio muchos tiempos. Coronó su actuación de una estocada en la suerte de recibir.

Le costó definirse al encastado sexto, que exigió mando a Manzanares. Se dejó algo más por el lado derecho, apretando al toro el torero en una lidia solvente, de buen oficio. Se impuso el alicantino a la brusquedad del toro, despenándolo de media en lo alto y dos descabellos. Mereció mayor premio que el silencio que le tributó el público.

Más vivo y exigente que varios de sus hermanos, el quinto tuvo un carácter reservón y con poder. Demandó entrega e ideas claras al granadino, que puso todo de su parte en una lidia en la que hubo de provocar siempre las embestidas. Al final, fue premiado con dos trofeos.

Lo mejor de la actuación de El Fandi en su primero llegó en el segundo tercio. El granadino formó un verdadero alboroto poniendo en pie a los tendidos de sol. Se quedó sin toro para la muleta El Fandi, que trató con suavidad y pulso a un toro que llegó muy parado al último tercio. Hubo voluntad pero escaso lucimiento. Pocas opciones para el diestro.

El cuarto bis -salido tras devolverse el inválido titular- fue un astado deslucido y falto de entrega al que Ponce le tapó defectos en una faena de enorme acierto técnico. Meritoria labor la del valenciano, que realizó el esfuerzo hasta la estocada final. El presidente le mandó un aviso, pero al no quitar el pañuelo blanco se interpretó como que le había concedido una oreja al de Chiva, que no quiso pasear el trofeo pero sí recorrió el anillo en una cariñosa vuelta al ruedo.
Enrique Ponce fue aplaudido tras pasaportar al primer toro de El Pilar, un astado noble y de buena condición pero de fondo justo. El valenciano, inteligente, lo llevó siempre a su altura en una faena templada, medida, pulcra y elegante sobre ambas manos.
Huesca, martes 12 de agosto de 2014. Toros de El Pilar, el cuarto jugado como sobrero tras devolverse el inválido titular. Noble y de buena condición el tercero, el mejor del sexteto, ovacionado en el arrastre. Enrique Ponce: Palmas tras aviso y oreja tras aviso que no paseó; El Fandi: Silencio tras petición y dos orejas; José María Manzanares: Dos orejas y silencio. Entrada:Lleno.
FUENTE APLAUSOS

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